lunes, 3 de noviembre de 2014

Adaptación de un Cuento.

“Toda clase de pieles” Hermanos Grimm

Cuento adaptado para 2º de Primaria 6-7 años.

Érase una vez un reino precioso en el que vivían unos reyes muy buenos. La reina era la mujer más bella del mundo y el rey aunque también era guapo no alcanzaba la belleza de su mujer.

Un día tuvieron una hija muy guapa a la que querían muchísimo, jugaban todo el día con ella, paseaban a caballo, leían cuentos. Pero…. Un día la reina se tuvo que marchar del reino sin saber cuándo iba a volver. Entonces  hizo llamar al rey a su habitación para pedirle algo. Le dio una cajita que tenía dentro un colgante de oro, Una joya con forma de rueca de hilar, una medallita de la virgen y el anillo de boda de la reina. Le hizo prometer que le daría la cajita cuando su hija fuese más mayor. Al día siguiente la reina se marchó y no se supo más de ella.

El rey se puso muy triste después de que la reina se fuese. Pensaba mucho en la reina y no sabía qué hacer. Aun así, el Rey fue fuerte y cuidó de su reino y su hija.

Pasaron los años en el reino y en el 18 cumpleaños de su hija el rey le compró los mejores regalos que podía tener la princesa. El primer regalo eran tres preciosos vestidos. El primer vestido era tan dorado como el sol, el segundo vestido era tan plateado cómo la luna y el tercero tan brillante como las estrellas. También le regaló un abrigo muy grande con capucha y muy calentito para pasar los duros inviernos del reino (cubría entera a la princesa). Era un abrigo hecho de toda clase de pieles de animales que había en el mundo. Y por último le dio la cajita con las cositas de oro que le había dado la reina.
La princesa  le dijo a su padre que como ya era mayor, quería viajar por el mundo a conocer otros países y reinos. También quería darle una sorpresa a su padre buscando a la reina y si la encontraba volverla a llevar al reino para que su padre volviese a ser tan feliz como antes. Pero esto era un secreto. Así que cogió sus vestidos, su abrigo de toda clase de pieles y su cajita con los colgantes y se marchó.

La princesa se puso el abrigo y como se estaba tan calentita y tan bien con él puesto, ya no se lo quitó. Caminaba, comía e incluso dormía con el puesto. Pasaron los días en el bosque y ella no encontraba ningún camino a seguir, llovió, hizo frió y se cayó al suelo varias veces, con lo cual el abrigo y ella estaban muy sucios. Buscó en muchos reinos y nunca encontró a la reina. Y poco a poco abandonó la idea de encontrar a la Reina. Salió de uno de los reinos y se perdió en el bosque más grande que existía en el mundo.
Un día la encontraron unos cazadores tumbada al lado de un árbol y ella asustada después de tanto tiempo sola en el bosque les dijo que no recordaba quien era (simplemente por miedo) y que su nombre era “Toda clase de pieles”. Uno de los cazadores era el príncipe de un reino al que había llegado sin querer y le dijo que no se podía quedar sola en el bosque, que era peligroso y que a cambio de vivir en su palacio, trabajaría para él en las cocinas.

“Toda clase de pieles” llevaba ya un tiempo en el palacio trabajando en las cocinas y nunca, nunca se quitaba su abrigo. Un día escuchó que el príncipe celebraba tres días de fiesta con un baile cada día. Y pensó que era un gran momento para quitarse su abrigo, ponerse sus vestidos y subir a bailar y divertirse. Se limpió la cara, se peinó y la primera noche se puso el vestido tan dorado como el sol. Estaba realmente guapa, todo el mundo la miraba y el príncipe bailó con ella. Después del baile con el príncipe “Toda clase de pieles” sentía cosquillitas en la tripa, parecía que el príncipe le hacía tilín tilín. Entonces ideó un plan para gustarle. Después del baile bajaba a la cocina otra vez sucia y con su abrigo puesto y preparaba un caldo de cocido muy rico en que cada día pondría uno de los regalos de su madre para que el príncipe lo encontrase. Así, a modo de juego vería si adivinaba quién era ella. Le puso primero la rueca de hilar. Cuando el príncipe se tomó el caldo pensó que era el caldo más rico que jamás había probado, luego  encontró la rueca de oro en su caldo pensó que había sido un accidente.

 La segunda noche “Toda clase de pieles” se puso el vestido tan plateado como la luna. Estaba tan guapa que esta vez parecía que al príncipe también la hacía tilín tilín esta chica que no reconocía. Toda clase de pieles volvió a ponerse su abrigo después del baile, se ensució la cara, fue a la cocina y esta vez puso en el caldo de cocido la medallita de la virgen. Cuando el príncipe vio esto, pensó que no era casualidad.

Y la tercera noche se puso el vestido tan brillante como las estrellas. Esta vez tanto ella como el príncipe se dieron cuenta que se hacían tilín los dos. Así que cuando terminó el baile, ella con las prisas de bajar a la cocina a preparar el caldo,  se olvidó ensuciarse la cara, y cuando subió a darle el caldo al príncipe con el último regalo de su madre en el tazón (el anillo), el príncipe que era muy inteligente le dijo que se esperase mientras se tomaba el caldo. Como esas tres noches el caldo estaba tan rico le preguntó que si el caldo lo había hecho ella, a lo que “Toda clase de pieles” respondió que sí. Cuando encontró el anillo, se acercó a ella, le quitó la capucha de su abrigo de toda clase de pieles y le dijo que era el mejor caldo que jamás había tomado, que no importaba quién era ella y si trabajaba en la cocina de su palacio. Que se casaría al día siguiente con ella.  Y así fue, al día siguiente se casaron y fueron felices y comieron perdices por siempre jamás.

Edad a la que va dirigida la adaptación del cuento.

La edad a la que opino que podría ir dirigido este cuento es a 2º de primaria, 6-7 años. Ya que atendiendo al cuadro de los apuntes podemos ver que las características de la narrativa que mejor asimilan son: Los cuentos que presentan finales felices, que la secuencia narrativa es unidireccional o que tiene una trama predecible. Es una adaptación sencilla, no demasiado larga y con pocos personajes que son claramente reconocibles. A estas edades demasiados personajes, un lenguaje complejo o una historia demasiado larga hace que se distraigan y pierdan la atención del cuento. Opino que la versión que yo he realizado es de una longitud mediana y con una historia definida que acaba con un final que a los niños de esta edad les va a gustar.

Comparativa entre el cuento de los hermanos Grimm y mi adaptación.

Una de las modificaciones más notables que he realizado es la de omitir la muerte de la Reina. Puesto que la muerte en estas edades todavía es algo complejo de entender. Lo he cambiado por “La reina se tuvo que marchar”

Otra modificación es la de que el Rey se quería casar con su hija. Este concepto los niños no serían capaces de asimilarlo por la complejidad del asunto y porque no tienen los conocimientos ni la madurez para entender que en la antigüedad esas cosas podían ocurrir. Con lo cual he obviado los regalos de pedida y de prometida y los he cambiado por regalos de cumpleaños.

Al decir que la Reina se marchó y que el rey estaba triste he añadido que la hija se quería ir del palacio a conocer mundo y a buscar a su madre para que volviese al reino a vivir feliz con el Rey.

He suprimido el personaje del cocinero para simplificar la trama. Simplemente la chica trabajaba en las cocinas.

He cambiado los bailes para buscar esposa por días de fiesta. El amor entre el Príncipe y la princesa surge mientras se ven en el baile.

En general he acortado la historia suprimiendo partes que son irrelevantes para estas edades tipo: conversaciones entre el Rey y la princesa, La princesa y el cocinero, La princesa y el príncipe en los bailes.
He decidido ser bastante fiel a la historia real, manteniendo, los regalos de la reina, los vestidos que le regala el rey,  el abrigo de pieles, el encuentro con los cazadores, el trabajo en la cocina, los bailes, el caldo sabroso y los objetos en el caldo. Lo he realizado así, porque así se mantiene la historia casi como es, puesto que si se cambia mucho la historia del cuento, aunque la esencia sigue ahí, pienso que ya no sería el mismo cuento.

Conclusión.

Ha sido una actividad interesante en la que podemos comprobar que para adaptar un cuento siendo más o menos fiel a la historia y para una determinada edad, hay que tener en cuenta la fase psicológica y de desarrollo en la que están los niños de la edad elegida. Y omitir, cambiar, o “maquillar” la historia para que los niños disfruten de un cuento narrado por un adulto. No por ser más largo, o contener más información va a ser aceptado y comprendido por los niños.

Bibliografía.

CARACTERÍSTICAS DE LOS CUENTOS. SEGÚN LA EDAD Y ETAPA DEL DESARROLLO LECTOR (Centro de Orientación de Lectura. MEC. Años 90)


PELEGRÍN, ANA. La aventura de oír.